Su parada

“¡Abu! ¿¡Qué estás haciendo?! ¡Vete a la cama otra vez!” Ella se viró. “Ay, mija, solamente estoy cocinando huevos, ¡no pierdas la cabeza!”, rio la abuela. “Abu…” Sofía se quedó parada mirando a su abuela Mimi. Siempre era tan testaruda. Ella suspiró. “Ok, abuela, haz lo que tú quieras. ¿Sabes en dónde está Nani?”, preguntó Sofía. La abuela sonrió. “Todavía está durmiendo, ¡Asegúrate de no despertarla!”, dijo la abuela. “¡Y buena suerte con ese discurso! ¡Todos vamos a ir a verlo!” Guiñó un ojo con una sonrisa traviesa. Sofía suspiró otra vez, pero ahora con una sonrisa en su rostro. Ella fue a las escaleras y llamó a sus hermanos. “¡Pedro, Pepín, vengan abajo, mami nos espera afuera!”, llamó. “¡Vamos ahora!”, le contestaron. “Ah sí, dile a Linda que se nos acabaron los huevos. ¿Ah, y sabes a dónde se fue Javier?” llamó la voz de la abuela desde la cocina. “¡Él ya se fue a su trabajo!”, le contestó Sofía. Luego, volvió a la cocina para ver tres tortillas gigantescas que olían deliciosas. “¡Ven, ven mija! ¡Come!”, exclamó la abuela. Sofía inhaló profundamente. Su estómago rugió. “Abu, ya estamos tarde.”, dijo Sofía. “¡Bah! ¡Nadie puede empezar el día sin desayuno!”, respondió la abuela. “Abu…” trató Sofía otra vez. “Siéntate”, dijo la abuela firmemente. Sofía sabía que no servía de nada discutir con ella ahora. PAN PAN PAN. Los hermanos entraron a la cocina. “¡Tortillas!” exclamaron alegremente. “¡Gracias, Abu!” e inmediatamente empezaron a meterse la comida en la boca. Sofía sonrió y se sentó con sus hermanos para comerse su tortilla.

 

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Llegaron tarde a la escuela. A Sofía no le importaba mucho porque ella iba a la escuela para futuras amas de casa. Era lo más aburrido del mundo. Lo único que mantuvo a Sofía en pie durante todo el día fue el evento de la tarde. Ella vivía en Corea del Norte, en donde el gobierno era muy opresivo. Le quitaron los derechos a las mujeres y expulsaron a la comunidad LGBTQ+ otra vez. Ella los odiaba. Era la una de la tarde y la reunión de la asociación de Sofía se estaba terminando. “Y finalmente, las preguntas del gobierno.” Sofía miró hacia arriba en gesto molesto. El gobierno; fueron ellos los que la hicieron estar en esa estúpida asociación en primer lugar. ¡Ni siquiera le gustaba el ajedrez! Hace tres meses el gobierno anunció que todo el mundo estaba obligado a pertenecer a una asociación y que al final de cada reunión, el líder tenía que hacerle a todo el mundo unas preguntas que le dieron en un papel. “¡Sofía!” y ella volvió a la realidad. “¿Sí?”, preguntó en tono aburrido. “¿Alguien en su familia ha estado actuando de una manera extraña últimamente?”, preguntó el líder. “No.” respondió Sofía despectivamente. “Bien. Bueno eso concluye nuestra reunión. ¡Los veo a todos mañana!”

 

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“¡Francisco Fernández, sal al escenario!” Sofía estaba nerviosa. Después de Francisco, ella, o Luis, iban a salir al escenario. Esto se supone que era un discurso para que niños bien avanzados respondieran preguntas y probar con ello que eran inteligentes. Sofía, disfrazada como un niño, iba a salir y confrontar al gobierno de su sistema corrupto. ¡Y es que ese gobierno había hecho ilegal que las niñas fueran a la escuela, que las mujeres obtuvieran trabajo y que la comunidad LGBTQ+ fuera tildada de ilegal, por Dios! Ya era hora de que alguien hiciera algo al respecto. Simplemente no podía creer que sería la primera persona en hacerlo. El gobierno estaba aquí para ver si alguno de estos niños era lo suficientemente bueno para pertenecer a él y también cuando fueran más grandes, entrenarlos. Todo iba de acuerdo al plan. “¡Luis Díaz, sal al escenario!” Sofía respiró hondo. Era ahora o nunca. Caminó hacia el podio.

“Hola a todos. Mi nombre es Luis Díaz. Hoy, en lugar de responder preguntas, seré yo quien las haga. Esto va al gobierno. Tienen un sistema corrupto. Es tan simple como eso. Y todos aquí lo saben. Pero aquí estoy, la única persona que hace o dice algo al respecto. Las leyes y el mundo que has creado, tú gobierno, son claramente opresivos. Le han restado los derechos de las mujeres, lo que nos ha hecho retroceder años en el tiempo. La humanidad estaba mejorando, y aquí lo están empeorando. ¿Cómo se siente? Nos están haciendo retroceder todos los años que llevamos avanzando y aceptándonos. ¿Y todo por qué? ¿Dinero? ¿Poder? Están siendo egoístas, codiciosos y controladores. La comunidad LGBTQ+ ha sido expulsada de nuevo y obligada a esconderse. ¡Gobierno, estás haciendo que la gente pierda de vista quiénes son! ¿Cómo puede alguien amarse verdaderamente a sí mismo si ni siquiera puede expresar ni vivir libremente su género o sexualidad? Son malvados y me hacen sentir enferma.” Ella hizo una pausa, mirándolos con odio en sus ojos. “Ya sabes, ahora que lo pienso, creo que sé por qué estás haciendo esto. Están asustados. Ustedes son un grupo de hombres bajos y asustados que nos tienen miedo a nosotras, a las mujeres, y lo que somos capaces de hacer. Tienen miedo del cambio y de lo que podría suceder si las personas comienzan a aceptarse mutuamente. Bueno, no me importa. Los tiempos están cambiando y la gente también. No somos tan fáciles de controlar como antes. ¡Sabemos que tenemos derechos y una voz, nos levantaremos y lucharemos!” Sofía se quitó la peluca y reveló que era una niña. “¡No toleraremos esto! ¡Rebelión! ¡Rebelión! ¡Rebelión! ¡Rebelión! ¡Rebelión! ¡Rebelión!”

 

Fin.

 

Ficha: Organización de las Naciones Unidas. Declaración universal de los derechos humanos, 1948, un.org.